CAPITULO 5 (Escrito por: Emili)

CAPITULO 5 (Escrito por: Emili)


(* Virginia *)

Juan Fernando, Virginia y Carlos están almorzando juntos. Juan Fernando está como ausente, en su mente ve a Noelia en medio de las olas. Virginia va acariciando a su novio mientras que le da pequeños besos en los labios. Le gusta que todo el mundo los vea juntos, presumir de un novio guapo, de un empresario de éxito.

--¿te pasa algo, mi amor?
--No nada... --dice él distraído.

Carlos los mira con celos. Él está seguro que su amigo está pensando en cualquier otra, le duele que ella lo quiera tanto y él no siente lo mismo por ella. Carlos está frustrado. Siempre le gustó Virginia aunque nunca le quitaría la novia a un amigo. Pero le da pena que pudiendo fijarse en él, Virginia se haya fijado en Juan Fernando.

--él nunca te va a amar como podría amarte yo --dice para sí decepcionado.

A Carlos le duele ver como José Fernando sigue pensando en sus cosas y Virginia sigue intentado llamar su atención. Carlos trata de hablar de cualquier cosa para que Virginia no le haga caso pero no lo logra. Finalmente dice:

--¿sabes que tu novio y yo vamos a ir al clásico del domingo?

Juan Fernando sonríe tímido. Virginia lo mira sorprendida:

--¿¿tú al fútbol? ¿Desde cuando te gusta?
--bueno, no sé me pareció que era buena idea ir aunque sea una vez...

Virginia está molesta, a Carlos le sabe mal haber sido él quien propiciara una discusión entre la pareja aunque nada le gustaría más que rompieran.

--¡¡¿¿Y no podías haber elegido conmigo??!!

Juan Fernando hace el que no sabe porqué su novia está tan enojada.

--bueno, a ti no te gusta el fútbol...

--¡¡pero a mi padre si, es un hincha de "Alianza Lima" y siempre me retaba porqué me había conseguido un novio que no le gustara el fútbol, siempre me decía que a ningún hombre de verdad no le gusta el fútbol...!! ¡¡¿¿Cuanto tiempo llevo intentando convencerte que lo acompañes a un partido de fútbol??!!¡¡te supliqué que fueras ni que sea una sola vez para hacerlo feliz pero a ti no se te pegó la gana¡¡

Juan Fernando no le da nada de importancia a lo que dice su novia:

--bueno mi amor, quería que fueras a ver un partido pues lo lograste ¡¡¡ya voy¡¡
--¡¡sí pero quería que fueras con nosotros... no con tu amigo...¡¡
--bueno la próxima vez será...

Juan Fernando siente que debe ir solo, no tiene nada de ganar de ir con su novia.

+++


(* Julio *)

Julio sale de la ducha.

--¡Fernanda! ¿Donde están las toallas? ¡¡¡Fernanda!!!

La mujer no le hace caso.

--¡Fernanda! --sigue gritando.

Julio entra al cuarto desnudo mojándolo todo.

--¿¡es que no me oyes?!

Ve tirada en el piso una toalla:

--bueno menos mal...

Sale del cuarto secándose:

--se puede saber...

No acaba la frase porque se encuentra a su esposa rezando con devoción frente a la foto de su hermano muerto, el tipo que es idéntico a Juan Fernando. Junto a ella hay dos entradas para el mismo partido que van a ir a ver Juan Fernando y Noelia con su respectivos amigos. Julio agarra esas entradas:

--¿Ya has vuelto a gastar en estas tonterías?
--No grites, estoy rezando...


Julio agarra a su esposa del brazo:

--¡¡ya estoy harto de tus obsesiones...¡¡ ¡¡te estás volviendo loca¡¡

Fernanda le saca las entradas a su marido:

--no tiene nada de malo que quiera recordar a mi hermano...
--¡¡pero es que ni a ti ni a mí nos gusta el fútbol, me prometiste que nunca más comprarías entradas¡ ¡¡no quiero ir al fútbol¡
--Por favor, a mí hermano le haría tanta ilusión, quiero hacerlo por él.

Julio siente pena por ella, la acaricia y la besa en la frente con compasión:

--estas locuras tuyas no son buenas... Debes enterrar a tu hermano para siempre...
--Tal vez ese es el problema... No lo enterré, el agua se lo llevó...

Las lágrimas de Fernanda conmueven a su esposo, la abraza.

--está bien, iremos a verlo...

Fernanda se aferra a su marido:

--pero tienes que superar esto...

Haciendo cosas que le gustaban a su hermano se siente en paz, son los únicos momentos de felicidad que tiene. Se seca las lágrimas y emocionada:

--A Juan Fernando le encantaba la "U" y eso que toda nuestra familia era de "Alianza Lima"... --con amargura-- era la oveja negra...

Julio acaricia a su esposa con cierta amargura:

--ya deja de pensar esas cosas...

Le da pena dejarla aunque está cansando de la situación...


(* Juan Fernando *)

De nuevo con Juan Fernando, Virginia le dice:

--bueno, hay que buscar el punto positivo de las cosas... Hablaré con mi padre, él se puede unir a vosotros y a lo mejor hasta puedo ir yo...

Carlos feliz dice:

--¡Eso sería muy buena idea! ¡Juntos animaremos a "Alianza Lima" y seguro que vencemos...!

Juan Fernando no sabe bien porque lo hace pero dice:

--yo soy de la "U".

Virginia se enoja:

--¡A ti no te gusta el fútbol, no te puede gustar ese equipo de cuarta!
--Claro que sí... Siempre me gustó...

Carlos sonríe sorprendido:

--Nunca te gustó el fútbol...
--¿no? --Juan Fernando sorprendido.

Virginia se levanta molesta, le tira la servilleta a la cara:

--¡¡no¡¡ ¡¡y es muy sucio por tu parte que te cambies de equipo sólo para molestarme a mí¡¡

Virginia se va corriendo, Carlos mira molesto a su amigo:

--ella tiene razón... ¡¡te has pasado...¡¡

Juan Fernando está muy sorprendido por todos los cambios que le están ocurriendo:

--¿y ahora qué hice?

Carlos lo mira seguro que lo ha hecho apropósito y se va detrás de Virginia.

--¡¡Virginia, espera!!

Ésta está tratando de buscar un taxi. Ella iba a subir a uno pero él le agarra de la mano:

--perdona lo que ha pasado, era un broma... yo...

Virginia bofetea a Carlos.

--¡¡imbécil¡

Carlos la mira sorprendido:

--¿¿y yo qué hice?¡
--¡¡tu has ayudado a mi amigo a humillarme¡¡ ¡idiota¡
--pero si yo...

Virginia no escucha a Carlos y se va en el taxi. Éste está molesto porqué por culpa de Juan Fernando se peleó con la chica que le gusta. Regresa a la mesa, Juan Fernando está pagando aturdido.

--¡¡Te has pasado! ¿¿No crees?? --dice Carlos molesto.
--¿es que no puede ser del equipo que yo quiera?
--¡¡No te gusta el fútbol!!

Juan Fernando se vuelve a sentar. Se lleva las manos a la cabeza:

--¡Te juro que no sé lo que me está pasando, es cómo si algo me estuviera poseyendo!

La confusión angustia al empresario. Carlos lo mira burlón y le dice con sarcasmo:

--Si ya, ¡Pudiste buscarte una excusa mejor!

Carlos se va molesto, Juan Fernando no tiene tiempo de decirle que no sabe lo que le pasa. De repente alguien le pone la mano en los hombros:

--no te resistas a lo que te está pasando... es el destino... el amor.
--Noelia... --suspira enamorado.
--la mujer que ames ahora la amarás toda la vida...

Él se gira. Mira sorprendido a la gitana Dorinda, la misma que habló con Noelia.

--¿Quien es usted? ¿La conozco?
--No, pero yo sé mucho de ti... Sé que te están pasando cosas y tienen que ver con una muchacha que aunque es una desconocida para ti la conoces desde siempre y la llevas muy a dentro.
--¿¿¡¡ella me ha hechizado?¡¡ ¡¡¿ella está haciendo que me vuelva loco?¡
La gente alza sus manos, se la pasa al hombre por la cara y con voz de profecía dice:
--No, es el destino... ¡¡todo esta escrito en el gran libro del destino¡ ¡¡nada es por nada...¡¡
--no la entiendo...

La gitana le pone las manos en la cabeza:

--cierra los ojos y déjate llevar por tu corazón...

Juan Fernando obedece y ve a Noelia entre las olas. Primera la siente con angustia pero luego ella sonríe y eso le da una gran paz. Juan Fernando abre los ojos.

--¿señora?

Dorinda no está. Sorprendido se dirige a un camarero:

--perdone... ¿por dónde fue una gitana que estaba aquí?
--perdone señor... pero aquí no ha entrado ninguna gitana... tenemos derecho de admisión...
--bromea ¿No? yo la vi...

El camarero lo mira serio insiste en que no entró ninguna gitana, Juan Fernando se lleva las manos a la cabeza:

--¡Me estoy volviendo loco!

+++


(* Camilo *)

Camilo está en el mercado, en el puesto de flores de Noelia. No es un trabajo que le guste.

--¡Qué pena si me ve algo conocido!

Aunque está resignado, sonríe enamorado:

--todo sea por ella...

De repente alguien le pone las manos tapándole los ojos. Camilo sonríe feliz:

--¡Noelia! --dice al girarse.

Ángela se tiene que tragar sus lágrimas.

--No, no es Noelia... soy yo...

Ángela se da cuenta de la decepción del chico y es algo que le duele.

--no pensé que te fuera a molestar...
--No, no es que me moleste es que yo...

Ángela no lo deja acabar:

--si, ya sé... Noelia... de ella te quería hablar...

Camilo se angustia mucho:

--¿Es que le pasó algo?
--ella esta rara...
--eso no es ninguna novedad...
--¡Es que hasta ella misma se cree su mentira! ¡Si no a que vino eso de decir que todo su familia es de la "U"!
--bueno, ¿que tendría eso de raro?
-- a su familia no le gusta el fútbol... Me sorprendió y llamé a su madre como quien no quiere la cosa...
--tal vez lo dijo porque yo dije que era de "Alianza Lima".
--No sé... espero que sea eso, pero es que ya son muchas cosas...
--¿cual es tu miedo?
--No sé... que se esté volviendo loca...
--¡¡Claro que no!! Noelia se siente muy sola pero hoy en el partido me declaro... Mañana seguro que Noelia será mi novia...

Ángela mientras él habla mira los labios de él con ganas de besarlo pero le duele mucho el amor de éste por su amiga se va corriendo para no ponerse a llorar delante de él. Camilo sonríe. La ve como una niña. No se da cuenta que es una mujer y que lo ama.


(* Angela *)

Ángela llega al departamento muy triste. Nada más entrar huele algo raro y ve humo. Se asusta.

--¡¡Fuego!!

Busca agua.
--¿Qué haces? ¡¡Es incienso!! --Noelia.

Noelia le muestra unas barritas de incienso que está quemando.

--¿estás loca?
--Lo vi y me gustó... huele rico...
--¡Es asqueroso...!

Noelia ya está vestida para ir al partido.

--¿y esa ropa?
--No te gusta... la compré en "Polvos Azules".
--¿¿de qué siglo es? ¡¡Nadie viste así!!
--¿Ah no? No sé... a mí me gustó mucho...

Doña Sara está encendiendo incienso frente al retrato de su hija Rosario. Lleva ropas muy parecidas a las que se ha comprado Noelia. Así aún se parecen más.

+++

Y llega la noche del partido, Juan Fernando va con Carlos, Noelia con Camilo. Las dos parejas están muy cerca la una de la otra. Noelia y Juan Fernando están muy ansiosos como si supieran que se van a encontrar, como si se estuvieran esperando. Aunque hay demasiada gente para que esto sea así. En medio de la gente están Julio y Fernanda.

--no sé que hacemos aquí...
--es una forma bonita de recordar a mi hermano...
--si tú lo dices...

Carlos y Camilo están muy sorprendidos del entusiasmo de sus acompañantes, nunca imaginaron que los verían así por un partido de fútbol. Virginia, que ha llegado con su padre al que deja atrás, busca a su novio con desesperación.

--seguro que bromeaba... Juan Fernando es un empresario de éxito como para que le guste un equipo tan de cuarta...


(* Virginia y Carlos *)

Carlos busca acomodarse junto a los fanáticos de su equipo.

--Yo me voy con mi equipo --dice Juan Fernando.
--¡No me hagas esto... no puedes dejarme sólo!
--No me puedes pedir que me quede a tu lado, yo no tengo la culpa que seas del equipo contrario...
--¡¡no seas payaso... a ti nunca te gustó el fútbol!!

Juan Fernando le sonríe:

--lo siento.

Y como atraído por una fuerza mágica se va con los hinchas de la "U". Hacía ahí va Noelia pese a que Camilo trata de retenerla.

--¡¡no me hagas esto... te invité para que estuvieras conmigo!!
--¡¡yo no voy a animar a los "grones" ven conmigo si quieres...!!

Camilo está furioso.

--¡¡No me puedes hacer esto!!
--¡¡Claro que puedo!!


(* Noelia y Juan Fernando *)

Noelia corre como si alguien la estuviera esperando. Los pasos de Juan Fernando y Noelia se dirigen el uno hacia el otro como si una poderosa fuerza los estuviera guiando. Pese a que hay mucha gente, Juan Fernando y Noelia se encuentra. Se miran con cierta sorpresa por un lado aunque por el otro en el fondo el uno esperaba encontrarse con el otro.

--Hola...
--Hola...

Los dos se sonríen fascinados.

--estás bellísima...

Él la besa en la mano y ella se estremece. Se miran. Vibran.

--¿te apetece ver el partido conmigo? --pregunta él.

Ella hace que sí con la cabeza. Los dos se miran hechizados. Instintivamente Juan Fernando le agarra la mano a Noelia y juntos buscan un sitio. Desde su asiento, Julio los ve pasar. Empalidece. Es como si estuviera viendo a Juan Fernando y a Rosario.

--¡¡Dios Mío!! ¡¡No puede ser!!

La pareja pasa por debajo de ellos, Fernanda no alcanza a verlos. Se asusta al ver que su marido está pálido.

--¿¿qué te pasó? Pareces que has visto un fantasma...

Y es que Julio se ha quedado helado al ver a sus cuñados como si regresaran de la muerte, como si el tiempo no hubiera pasado por ellos. Se siente, parece que se ahoga. Fernanda está muy asustada. Julio ni puede hablar ni sabe como decirle que ha visto a su hermano y a su esposa vivos.

CONTINUARA...

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